Castillo de Biar

RUTA DE LOS CASTILLOS DEL VINALOPÓ

De claro origen almohade, se levanta sobre los restos de una fortificación de época romana a 753 metros sobre el nivel del mar, y en el cerro que domina la población de Biar. Zona fronteriza entre Castilla y Aragón, siempre estuvo en litigio entre ambos reinos. Por el tratado de Cazorla de 1179, se establece que Biar marcaría los límites entre la Castilla de Alfonso VIII y Aragón de Alfonso II. Posteriormente por el tratado de Almizra de 1244, se establece y ratifica que el cercano castillo de Villena corresponde a manos castellanas, mientras que el de Biar le corresponde a la Corona de Aragón. 
En 1244 Jaime I, se dispone a tomar el castillo, su alcaide Muza Almorávit no entrega la plaza y el rey aragonés le pone sitio durante seis meses, al cabo de los cuales en febrero de 1245, el castillo se entrega con la condición de que los musulmanes puedan seguir habitando en la población. Biar sería así frontera entre Castilla y el reino musulmán de Murcia, por lo que siempre se le consideró plaza fuerte adelantada de la corona de Aragón, lo que hizo que el castillo fuese fortificado repetidas veces y estuviera en liza durante todo el periodo de la reconquista española. Durante las revueltas moriscas de Al Azraq el castillo fue tomado por los sublevados. 
Durante la guerra de los dos Pedros (Pedro I de Castilla y Pedro II de Aragón) el castillo siempre permaneció en manos aragonesas a pesar de los repetidos intentos de los castellanos para la toma del castillo. De igual modo durante la guerra de Sucesión, Biar permaneció fiel a la causa borbónica, y tampoco las tropas del archiduque Carlos lograron tomar el castillo. Durante la guerra de la independencia se vió involucrado en diversos combates, pero ya a partir de este siglo el castillo habia comenzado a perder su influencia medieval debido en gran parte al uso generalizado de la artillería y las armas de fuego. Posteriormente, el castillo fue utilizado como cementerio católico de la población.
Situado en lo alto de un cerro, dispone de dos recintos defensivos, el exterior formado por cuatro torres semicilíndricas en sus extremos, unidas por lienzos de muralla con almenas, mientras que el recinto interior dispone de tres torres también semicirculares, aunque en este caso las almenas han desaparecido. En la parte más alta del cerro se levanta la torre medieval, llamada maestra. 

El castillo es de planta irregular adaptándose al terreno sobre el que se encuentra y las torres y muros disponen de troneras. Las murallas se sitúan en el lado sur ya que, al norte, el castillo queda protegido por el acantilado. Es el resultado de un largo proceso de cambios y transformaciones. La parte más destacada y antigua, es la torre cuadrangular de origen almohade del siglo XII, con una singular bóveda de arcos entrecruzados en uno de sus pisos. 

Al interior del castillo se penetra a través de una puerta con un arco de medio punto sin ningún tipo de decoración, realizada en piedra sillar. Traspasada la puerta nos encontramos en el primer recinto del castillo formado por un estrecho espacio que separa el primer y segundo recinto. En este destaca un aljibe de forma rectangular, excavado en la roca y sin bóveda de cierre. Es un espacio eminentemente defensivo para hostigar al enemigo sin que este tenga oportunidad de defensa. 

Al segundo recinto se accede a través de una puerta en recodo formada por un arco de medio punto de sillería, y que da acceso a una pequeña sala cubierta con bóveda de medio cañón y buhedera. Esta puerta se encuentra parcialmente tapada por una de las torres. Ya en este recinto entramos en una amplia explanada, que constituye la plaza fuerte del castillo, caracterizada por la presencia imponente de su torre almohade. Era en este lugar donde se aglutinaba los distintos elementos que formaban la vida del castillo: almacenes, otro aljibe y habitaciones.

La torre maestra o celoquía está fechada en el siglo XII, es de planta rectangular y tiene 17 metros de altura, con una sola puerta de acceso en la base y compuesta de planta baja y dos pisos. La planta baja se cubre con bóveda de medio cañón, mientras que las superiores se cubren con bóvedas nervadas en ladrillo. En la parte superior la terraza, desde donde se divisan todos los valles de los alrededores. La torre se encuentra almenada y perfectamente restaurada. En cada uno de los lados, la torre dispone de los restos de un matacán volado para fines defensivos.

La bóveda de la primera planta es una de las más antiguas de España, fechada en el siglo XII, es de origen almohade, está formada por ocho arcos de marcados nervios, cuyos arranques emulan falsas ménsulas y se entrecruzan enmarcando una roseta en el centro. A finales del siglo XIV y principios del siglo XV se construyó la segunda planta de la torre. Esta planta se cubrió con bóveda nervada simple, cuyos nervios apoyan directamente en la pared. El castillo está construido en mampostería, mientras que la torre maestra está construida en tapial de 1,35 metros de espesor, siguiendo la técnica musulmana de época almohade. El tapial (tabiyya), se compone de arcilla, arena, cal y piedras pequeñas, colocado en cajas de madera que se superponen las unas y las otras. Es digno de mención el color entre pardo y rojizo que posee la edificación debido sobre todo a esta forma de construir. La cal se utiliza como elemento de unión, lo que proporciona una gran dureza. Esta forma de construir en tapial es mucho más barata que las obras en sillería, lo que denota su función militar, destinado a las tropas, ya que su única misión son las estrictamente defensivas. 



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