Leonor de Aragón, primera esposa de Juan I


    Nacida en 1358, era la hija menor del Pedro IV el Ceremonioso, rey de Aragón y de su tercera esposa, Leonor de Sicilia. En marzo de 1366 se concertó su matrimonio con el heredero de Enrique II de Castilla, el infante don Juan, por la renovación del Tratado de Binéfar. Sin embargo, el tratado se rompió en 1367, tras la Batalla de Nájera, por decisión de Pedro IV, que pretendía desvincular sus intereses de los de Enrique II de Trastámara.

    La boda se efectuó en 1375. El matrimonio entre el futuro Juan I de Castilla y la princesa aragonesa selló la paz entre Castilla y Aragón, concertada en el Tratado de Almazán el 12 de abril de 1375. Con este acuerdo, se ponía fin a la Guerra de los Dos Pedros, después de que los ingleses aceptaran iniciar negociaciones para acabar con la contienda por la sucesión al trono castellano tras el asesinato de Pedro I. Leonor se convirtió así, como era uso común en la política bajomedieval, en la prenda dinástica que aseguró la concordia entre ambos reinos. Como dote, se otorgaron a Leonor doscientos mil florines, que, en realidad, Enrique II había recibido ya años antes merced a su alianza con el monarca aragonés. A su vez, el rey de Castilla ofreció ciento ochenta mil florines en concepto de indemnización de guerra.

    Leonor contaba diecisiete años cuando casó con el futuro rey de Castilla, que tenía la misma edad. Al haber alcanzado la edad púber, el matrimonio se consumó inmediatamente y la infanta pasó a vivir en la corte castellana. Tras la muerte de Enrique II, el 25 de julio de 1379, Leonor y Juan fueron coronados reyes en Burgos. El 4 de octubre de ese mismo año, la reina dio a luz a su primer hijo, el infante don Enrique, heredero del trono y futuro Enrique III. Poco después volvió a quedar encinta. En 1380 tuvo en Medina del Campo al infante don Fernando, el que sería posteriormente llamado el de Antequera y ascendería al trono de la Corona de Aragón en 1412 gracias a los derechos sucesorios heredados de su madre. En 1382, Leonor dio a luz a su única hija, a la que se impuso el nombre de la madre, y cuyo nacimiento costaría la vida a ésta. En efecto, Leonor de Aragón murió de sobreparto en Cuéllar el 13 de septiembre de 1382, cuando apenas contaba veinticuatro años de edad. La muerte de la reina puso en peligro las relaciones entre Castilla y Aragón, pues únicamente su mediación en la corte castellana había garantizado el mantenimiento de las treguas de Almazán. 





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