Fernando VI, rey de España desde 1746 a 1759

    Nacido en Madrid, un 23 de septiembre de 1713, era hijo de Felipe V y de su primera esposa, María Luisa Gabriela de Saboya, siendo bautizado sin gran solemnidad en la iglesia franciscana de San Gil, el 4 de diciembre Tuvo una infancia desgraciada, apartado de la corte junto con su hermano Luis. Su madrastra Isabel de Farnesio hizo que Felipe V, siendo ya Príncipe de Asturias, le prohibiera la entrada al Consejo de Estado. Sufrió una pésima educación, era hipocondríaco y de temperamento pacífico. 

    Casó con Bárbara de Braganza, hija de Juan V de Portugal, en enero de 1728; era Bárbara una mujer temerosa de quedar viuda y desamparada en un país extranjero, a pesar de lo cual los esposos vivieron siempre juntos, aunque no llegaron a tener hijos. 

    En 1724 estuvo a punto de convertirse en rey a los once años de edad, el 10 de enero Felipe V, había abdicado en su hijo Luis, pero éste enfermó en agosto de viruela, muriendo el día 31. Su sucesor tendría que haber sido Fernando, pero su madrastra Isabel de Farnesio, lo impidió al convencer a Felipe V para que volviera a reinar. Fernando, fue jurado príncipe de Asturias el 25 de noviembre de 1724 por las Cortes de Castilla, convocadas con tal fin. Los últimos años del reinado de Felipe V fueron de un gran deterioro físico y mental, hasta que el 9 de julio de 1746 murió de un ataque cerebrovascular. 

    Al llegar al trono, España estaba en la Guerra de Sucesión Austriaca, que terminó con la Paz de Aquisgrán en 1748. Comenzó su reinado eliminando la influencia de Isabel de Farnesio y de su camarilla. El rey, desde el primer momento, impulsó una política de neutralidad y paz en el exterior, de las que fueron protagonistas el Marqués de la Ensenada y José Carvajal y Lancaster. Al caer Ensenada y morir Carvajal, Ricardo Wall pasó a ser el hombre fuerte de la monarquía. En el plano interior destaca, la persecución contra los gitanos decretada el 30 de agosto de 1749 y conocida como la Gran Redada; y la prohibición de la masonería mediante ordenanza del 2 de julio de 1751. 


    Carvajal había sido nombrado Secretario de Estado en 1746, su política se resume en el esfuerzo por conservar la soberanía y los intereses económicos en América y por los esfuerzos en aras a consolidar la paz exterior y el equilibrio internacional. Carvajal fue el artífice del tratado de límites firmado con Portugal y del Tratado de Neutralización de Italia de 1752 entre España, el Imperio y Cerdeña-Saboya. El ministro consideraba la necesidad de apartar a España de la influencia francesa y llevó a cabo una política de acercamiento y buenas relaciones con Inglaterra, por lo que a menudo entró en conflicto con Ensenada. La francófila de éste le hacía contemplar a Inglaterra como la principal amenaza exterior y concebía que sólo mediante un sistemático rearme naval pudiera España competir con Inglaterra. Bajo la dirección de Ensenada se reforzó el arsenal gaditano de La Carraca y se crearon dos nuevos, el del Ferrol y el de Cartagena. En 1754, tras la muerte de Carvajal, el embajador inglés Benjamin Keene, tramó la caída de Ensenada logrando que se nombrara al militar de origen irlandés Ricardo Wall como sustituto de Carvajal. El nuevo ministro lanzó graves acusaciones sobre Ensenada y éste fue depuesto y desterrado. La neutralidad española era cada vez más difícil de mantener dada la creciente tensión entre Francia e Inglaterra, que llevó al estallido de la Guerra de los Siete Años en 1756. España recibió propuestas de todos los contendientes. Los ingleses llegaron a ofrecer la devolución de Gibraltar a la soberanía española. No llegó a tomarse ninguna resolución, manteniéndose así la precaria neutralidad española hasta la muerte de Fernando VI en 1759. 

    Bárbara de Braganza no gozaba últimamente de buena salud, en la primavera de 1758 se trasladó a Aranjuez para restablecerse del asma, pero en julio empeoró, el 25 de agosto perdió la voz, falleciendo en la madrugada del 27 de agosto de 1758. El cadáver fue llevado al Convento de las Salesas Reales de Madrid, institución que había fundado ella; Fernando VI no participó en el cortejo fúnebre que condujo el cadáver de la reina a Madrid, sino que abandonó Aranjuez el mismo día en que murió doña Bárbara para instalarse en el castillo de Villaviciosa de Odón, acompañado por su medio hermano el infante don Luis. Su muerte afectó al rey en gran manera sumiéndole en un estado de profunda melancolía y enajenación de la que ya no saldría, falleciendo el 29 de agosto de 1759, en Villaviciosa de Odón. Su cadáver fue trasladado al Convento de las Salesas Reales y al igual que se había hecho con los restos de su esposa, los suyos fueron guardados en un sepulcro provisional debajo del coro. Los mausoleos del rey y de la reina fueron construidos luego durante el reinado de su sucesor Carlos III y terminados en 1765. El de Fernando, diseñado por Francesco Sabatini y labrado en mármol por Francisco Gutiérrez Arribas, fue colocado en el lado derecho del crucero de la iglesia del Convento y el de doña Bárbara en el coro bajo de las monjas, detrás del de su esposo. 

    Durante su reinado se hicieron importantes progresos en agricultura, industria y comercio. La Ilustración impulsó el renacimiento cultural español. En 1752 se fundó la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y posteriormente se emprendieron las obras del Jardín Botánico y del Observatorio Astronómico. Al no dejar hijos, le sucedió en el trono su hermano Carlos, rey de Nápoles. 

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