Don Pelayo, rey de Asturias desde el año 718 al 737


    Existe una gran confusión sobre el nacimiento de Don Pelayo, ya que se mezclan leyendas y mitos con datos históricos. Pese a todo la opinión que ha gozado de más credibilidad entre los historiadores medievalistas, es que era de la estirpe visigoda como hijo Favila duque de Cantabria, familiar de Rodrigo, en cuya corte fue conde de los espartarios o guardia real, él y su grupo familiar estaban muy arraigados en la sociedad indígena, llegando a implantar una jefatura vitalicia que acabó por convertirse en hereditaria y dio origen a la monarquía astur.

    Pero no debemos buscar en los años anteriores para poder seguí con la biografía de éste puntal de la historia de España: El último rey visigodo de la península ibérica fue don Rodrigo, que alcanzó el poder en el año 710 a la muerte de Witiza, a pesar de haber nombrado éste a su hijo Akhila. Esto dio lugar a una guerra civil. Mientras Rodrigo y Akhila peleaban en el norte de la península para defender sus derechos, el conde Julián, gobernador de Ceuta, y el obispo Oppas, pactaron con Musa ibn Nusayr una alianza para deponer a Rodrigo. Tariq desembarcó en Gibraltar con un importante ejército. Rodrigo dirigió a su ejército a plantarles batalla, la batalla de Guadalete tuvo lugar entre el 19 y el 26 de julio del 711, siendo Rodrigo derrotado.

    Aquí es donde aparece Pelayo, que se había refugiado en el norte de la cordillera Cantábrica y de los Pirineos, sectores que apenas habían sufrido la influencia de romanos y visigodos. La mayoría de los historiadores admiten que entre el 716 y el 718, Pelayo fue proclamado rey de Asturias en algún lugar entre Cangas de Onís y Covadonga, en un principio contó con escasas fuerzas con que poder hacer frente a Musa ibn Nusayr y Tariq, por lo que optó por pequeñas escaramuzas ante las razzias musulmanas por el territorio. La idea de los dirigentes musulmanes de extender el Islam por Europa a través de la Galia, alivió la presión sobre don Pelayo y sus huestes, permitiéndoles infligir pequeñas derrotas a algunos destacamentos musulmanes, como la que se produce entre los años 717 a 722, cuando logran derrotar a una expedición enviada por Al-Hor y mandada por Alkama en Covadonga.


    La referencia más antigua sobre la batalla de Covadonga se encuentra en la Crónica de Alfonso III. La batalla de Covadonga no fue la terrible batalla de las crónicas cristianas, no es verosímil que con los pocos hombres con que contaba Pelayo, pudieran infligir la derrota que la Crónica de Alfonso III nos relata. El motivo de esta crónica posiblemente se deba a la necesidad de dar una actitud heroica a estos primeros combates contra los musulmanes. Covadonga se convierte así en un símbolo mítico de la resistencia de los cristianos frente a los musulmanes, un ejemplo de ello es la leyenda de la Cruz de la Victoria que pasó de ser una simple cruz de madera que Pelayo usó como estandarte en Covadonga, a convertirse en el símbolo de Asturias después de que Alfonso III la recubriese de oro y piedras preciosas, y la convirtiera en poco más que un elemento de culto y sagrado dada su supuesta bendición divina. En estos momentos, Pelayo, estableció su campamento o quizás la capital de su reino, de forma fija en Cangas de Onís.


    Pelayo fue aglutinando en su reducto de Cangas a todos los cristianos de las tierras vecinas, convirtiendo el primitivo puñado de montañeses en una numerosa hueste, que ya se atrevía a hacer incursiones en los territorios medio abandonados por los musulmanes al otro lado de las montañas asturianas.



    Tras diecinueve años de reinado, en el 737 muere Pelayo, dejando de su matrimonio con Gaudiosa, puede ser que naciera en Cosgaya, en la comarca cántabra de Liébana, dos hijos, Favila, que le sucedería en el trono, y Ermesinda. Pelayo fue enterrado en la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, en Cangas de Onís.



Comentarios

  1. Me gusta la idea del blog. Me gusta la idea del blog

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  2. Estimado D. Ramón Martín Pérez:
    Lo primero, felicitarle por su blog (todo lo que sea popularizar, promocionar y aclarar los orígenes de nuestra tierra asturiana es digno de encomio).
    Muy interesante y bien explicado, aunque sea una época acerca de la cual las informaciones son escasas, confusas y, en algunos casos, poco verosímiles. Yo, modestamente, soy autor de una serie de novelas sobre esa época. La primera "Pelayo, rey" editada por Imágica edicionesen 2004 y en 2015. Sin dejar de lado de que es una obra de ficción, la base histórica está tomada, principalmente, de los estudios de D. Claudio Sánchez Albornoz y de (para la parte correspondiente a los musulmanes) de D. R. P. Dozy y de D. F.J. Simonet. Y, para las fuentes originales, acudí a las crónicas de Alfonso III, en su versión Rotense y ad Sebastian, y a la Albeldense; y para la parte correspondiente a los musulmanes, a la de Ibn Idari y al Ajbar Machmuá. Como algunas informaciones son, como he dicho antes, contradictorias, escogí lo que mejor me convenía para la trama de la novela y me llena de satisfacción saber que mis conclusiones se asemejan mucho a las que vd. explica en su blog.
    Posteriormente la serie se ha continuado en otras tres novelas (La muralla esmeralda, El muladí y La Cruz de los Ángeles), éstas publicadas por la editorial Sapereaude en 2011 y 2015. Aunque estas últimas tienen más parte de ficción (al haber nmnos datos históricos).
    Me pongo a su disposición para cualquier diálogo, debate, o discusión sobre estos temas, tanto aquí, como en mi dirección de Facebook, pablovegajunquera, en mi página de facebook, Pelayo, Rey o en mi blog reyesasturianos.blogspot.com
    De nuevo, enhorabuena y gracias.

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